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Estrategia metodológica clave para el desarrollo del pensamiento crítico

Por Ercilia Váttimo, asesora pedagógica de la Unión Argentina.

La Educación Adventista considera que la verdadera educación es aquella que orienta al estudiante para el desarrollo de la facultad de pensar y hacer.1

Para la medición de este propósito, el Sistema Educativo Adventista en Sudamérica cuenta con el Programa Adventista de Evaluación Educativa (PAEE). Este programa propone diferentes evaluaciones a gran escala para conocer la realidad académica de toda la red. Entre las pruebas que se aplican, está la que mide el nivel de Pensamiento Crítico de los estudiantes de quinto grado del Nivel Primario. Ennis (1987) define este concepto como “pensamiento razonable, reflexivo, centrado en decidir qué creer o hacer”.2

Los resultados de esta evaluación arrojan valores sobre cuatro categorías del Pensamiento Crítico:

  • Inducción. Proceso cognitivo que va de observaciones y detalles específicos hacia principios y procesos más fundamentales.
  • Deducción. Proceso cognitivo que parte de premisas generales y se dirige a conclusiones particulares.
  • Credibilidad. Son los juicios sobre creen o no a las fuentes de información disponibles, evaluando la validez lógica de las afirmaciones.
  • Suposición. Es una explicación que completa un vacío de razonamiento, también llamada hipótesis.

Una de las metodologías pedagógicas que favorecen el desarrollo del pensamiento crítico, es el aprendizaje basado en proyectos (ABP).

Partiendo de una situación problemática de la vida cotidiana, el estudiante puede indagar sobre posibles hipótesis que resuelvan ese problema, y hacer un desarrollo de búsqueda de información mediante la exploración de diversas fuentes, desarrollando las variables estudiadas. Luego puede realizar una experimentación y/o metodología en función del tipo de estudio (exploratorio, descriptivo, ex post facto), para verificar la/s hipótesis planteadas. Finalmente, el estudiante, desarrollará sus conclusiones, en función de lo leído y de las experiencias que realizó.

Esta metodología pedagógica puede ser coordinada mediante un proyecto institucional como es la “Feria de Ciencias”. Para desarrollar la feria de ciencias, lo ideal es que el equipo directivo, seleccione un grupo de docentes tutores, que serán los responsables de guiar a los alumnos en el proceso de investigación y en la redacción del informe. Para comenzar, tal vez puede ser un docente por curso, y cada curso puede idear uno o dos proyectos de investigación.

Se deberá partir de temáticas de interés de los estudiantes. Para ello será necesario motivar la explotación de temas, guiando al alumno con preguntas disparadoras, que los hagan cuestionarse sobre situaciones de la vida cotidiana. Por ejemplo ¿Por qué transpiramos? ¿qué hacer con los perros callejeros? ¿Por qué son buenas las frutas para nuestro cuerpo?

Para el Nivel Primario, se puede hacer un acuerdo previo entre docentes, a cerca de las temáticas que se trabajaran en cada curso en función de los intereses recolectados, comenzando por un tema en común para todo el nivel, pero con diferentes focos. Por ejemplo: Los Remedios Naturales, y cada curso trabajará un remedio diferente.

Generalmente, se organiza una exposición de los trabajos realizados en los cursos, mediante una feria de ciencias institucional, donde cada salón de clases es preparado para que todo el colegio pueda participar. Los estudiantes se preparan para exponer los trabajos, en función de los pasos de método científico, y los observadores son entrenados para saber qué preguntar a sus compañeros.

Larmer y Ross (2009) destacaron que el proyecto no debe ser el postre, sino el plato principal”.3 En este sentido será clave que los docentes implementen el ABP como estrategia de enseñanza durante todo un período, y no que se use simplemente como cierre de alguna unidad o solo con el fin de realizar la Feria de Ciencias institucional.

Bibliografía

1 White, E. La educación, p. 7.

2 Ennis, R. (1987). «A Taxonomy of Critical thinking dispositions and habilities», en B. Baron y R. Sternberg (Eds.), Teaching Thinking skills: theory and practice, p. 9, New York. W. H. Freeman.

3 Larmer, J., Ross, D., & Mergendoller, J. R. (2009). PBL Starter Kit. California: Buck Institute for Education.

Educación Adventista Sudamérica

Red de instituciones educativas adventistas en Sudamérica.

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